18 de diciembre de 2010

Mañana

























Quizás mañana pueda perdonarte,
mirarte a los ojos,
sin sentir como la furia atrapa mi alma.
Como el rencor es mi dueño,
como me duele pensar que te odio,
pero así lo siento.
Quizás mañana pueda tomar tu mano,
acariciar tu rostro,
sin sentir la necesidad de devorar tu alma,
sin pensar en cada huella herida que me dejaste.
En la sombra harapienta que me convertiste,
en humo, en soledad, en nada.

Quizás mañana deje de sentir esta agonía,
cuando tu aliento deje de reposar sobre mi nuca,
y tu mano ardiente arañe mis entrañas,
quizás podré respirar, sentirme viva...

Quizás me haga falta más de un día,
más de una vida para poder olvidar,
y sanar ésta herida.
Quizás tan sólo me quede vivir de silencios,
de palabras vacías.




Quizás mañana... quizás...




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